El Peugeot 2008 es el más reciente producto de Stellantis Argentina. Estilo, seguridad, economía son sus principales atributos.
En julio de 2024 comenzó a producirse en el complejo de El Palomar el Peugeot 2008, primer SUV de Stellantis de fabricación nacional. La producción local demandó una inversión de US$ 270 millones que fue destinada principalmente al desarrollo de matrices para el estampado de los paneles de carrocería y a la incorporación de nuevas tecnologías y equipamientos en los procesos de pintura y montaje. Con el concurso de proveedores locales, el 2008 argentino está integrado en un 40% por componentes nacionales.
La segunda generación del SUV del segmento B del león remplaza a la que se produjo hasta el año pasado en Brasil y está desarrollada a partir de la plataforma modular CMP (por Common Modular Platform) que comparte con el Peugeot 208 nacional y otros modelos de Stellantis que se comercializan en nuestro medio como el DS3 Crossback y los Citroën C3, C3 Aircross y el recién llegado Basalt.
Derivada del 2008 europeo, la versión que se produce en Argentina fue adaptada a las condiciones regionales, en particular en las suspensiones y en la adopción del nuevo motor turbo T200 desarrollado originalmente por Stellantis para Fiat.

La oferta nacional del Peugeot 2008 está integrada por las versiones Active, Allure y GT, esta última es la que probamos.
A priori, la denominación GT nos remite a Gran Turismo, pero si lo que se busca es estilo y respuestas deportivas el 2008 GT se queda en intenciones, a pesar de ser la versión más completa y mejor equipada de la gama. Como en todas las opciones, está impulsada por el T200, un motor 1.0 turbo de tres cilindros que entrega una potencia de 120 cv y un torque de 200 Nm. El impulsor es compartido por otros modelos de Stellantis, como los Fiat Pulse y Strada y el Peugeot 208. Con transmisión cadenera, el T200 despeja las dudas generadas por el sistema de correa en baño de aceite de los cuestionados Puretech 1.2. El motor está acoplado a una caja automática Aisin CVT de 7 marchas.
Diseño más felino
El diseño es uno de los atributos más logrados de esta segunda generación, evidencia una evolución respecto a los 3008, 5008 y al reciente restyling del 208. El frontal denota gran personalidad y transmite una sensación de poder a través de una grilla que tiende a ocupar todo el frontal con texturas trabajadas dinámicamente en disposición horizontal e inclinada y terminación en color carrocería en la versión GT. En la zona central superior fue dispuesto el nuevo logo que identifica a la marca. En los extremos del paragolpes se reinterpretaron y ganaron protagonismo las garras felinas que integran las luces diurnas LED. La grilla se complementa con una amplia apertura en la zona inferior de la trompa. En la versión GT, las luces principales utilizan tecnología LED y se distribuyen en tres módulos ópticos.

En el lateral se evidencia el esfuerzo de los diseñadores para dotar al 2008 de mayor personalidad, aunque apelando a cierta arbitrariedad de líneas en especial en los extremos de las puertas donde la del hombro se quiebra y bifurca. La cintura también se quiebra hacia la mitad de la puerta trasera reduciendo la superficie acristalada que se compensa visualmente con un aplique plástico sobre el parante C.
El remate trasero es sobrio. Las sofisticadas ópticas traseras están integradas por módulos horizontales LED dentro de una cubierta traslucida que se continúa en un panel de plástico oscuro por debajo de la base de la luneta.
En todas las versiones, las llantas son diamantadas y de 17 pulgadas. En la GT, el techo y los parantes llevan terminación en negro brillante que contrasta con la carrocería y se unifica con la superficie acristalada del techo panorámico con abertura, otra exclusividad de la versión que reinterpreta a la histórica “ventana al cielo”, un clásico de la marca.

Otro detalle que distingue exteriormente al GT es la insignia en el lateral, bajo la línea del capó. La paleta de colores es extremadamente limitada a tres tonos: Gris Selenium (el color de lanzamiento), Negro Perla Nera y Blanco Nacré.
La unidad que probamos fue pintada en Gris Selenium, no le queda mal pero resulta una terminación muy seria para un auto con una pretensión deportiva. Un color y llantas exclusivas, más el agregado de algún spoiler y una gráfica sutil podrían dotar al 2008 GT de esos granos de sal que le están faltando.
Interior sofisticado
El habitáculo del 2008 nos remitió al 208. El i-Cockpit, la original disposición del instrumental por encima del volante, ya la habíamos probado con el 208 (ver nota) y nos había transmitido la misma sensación positiva. En un primer contacto puede resultar extraño, pero requiere un tiempo de adaptación. La posición y el tamaño del volante simplifican la operación, que resulta rápida y precisa. Aplanado arriba y abajo, facilita la visualización del panel y el ingreso y salida del conductor.
El i-Cockpit puede ser configurado con opciones disponibles de serie y otras personalizables. Nos gustó la variante “Cuadrantes”, la más analógica, pero se puede jugar con otras alternativas y elegir en función de la estética que más nos guste o de la información que prefiramos tener a la vista.

Como en el exterior, el entorno nos resultó más lujoso que deportivo con terminaciones en plástico brillante negro y satinadas. Una textura simil fibra de carbono, en la mitad inferior del tablero, le aporta un toque de deportividad. Los tapizados de los asientos son en cuero con costuras en verde. El mismo detalle lo encontramos en el volante que en la zona inferior lleva la insignia GT. Otra exclusividad es el kit de alfombras de tela.
En el centro del panel de instrumentos, se ubican las teclas de tipo piano, de fácil visualización y operación, que permiten controlar algunas funciones básicas. Se agradece la perilla analógica de volumen en medio de tanto control táctil. La información del panel se complementa con una pantalla de 10,3 pulgadas orientada hacia el conductor y de manipulación intuitiva.
Los controles de velocidad de crucero y el limitador de velocidad están ubicados por detrás del volante, sería preferible que estuviesen sobre el volante en lugar de funciones menos relevantes para la conducción, como el volumen del sistema de audio y la selección de la gráfica del i-Cockpit.
Con una longitud de 4.309 mm, una altura de 1.543 mm y un entre ejes de 2.612 mm, su habitáculo aloja confortablemente cuatro adultos. El baúl es uno de los de mayor capacidad del segmento con 419 litros.
Opciones de conducción
El GT puede ser conducido con las modalidades Drive, Manual y Sport. Drive es la conducción normal de la caja automática, pero en función de las condiciones del tránsito o del estilo de conducción se puede optar por las otras dos. En la opción Manual los cambios pueden seleccionarse a través de las levas ubicadas detrás del volante, una exclusividad del GT que le aportan otro toque de deportividad. Cuando seleccionamos el modo Sport, lo primero que sentimos es un salto brusco de las rpm. Esta modalidad modifica el comportamiento y la respuesta del auto, altera el mapeo del acelerador y actúa sobre la dirección y el control de estabilidad. Su uso puede justificarse en situaciones donde se requiera una respuesta inmediata, como puede ser un sobrepaso en ruta o en caminos sinuosos o con pendientes. También, obviamente, puede utilizarse por simple diversión sacrificando el consumo a cambio de una dosis de adrenalina. El modo Sport se activa desde la posición Drive a través de una tecla ubicada abajo y a la izquierda del panel de instrumentos, fuera del campo visual y lejos del alcance de la mano. No es una buena disposición porque obliga a distraer por unos segundos la vista del camino y quitar las manos del volante. A su izquierda se ubica la tecla activación/desactivación del control de estabilidad y tracción, en este caso su ubicación es más justificada porque la desactivación del sistema solo se justifica en casos puntuales.

En todas las opciones, la respuesta del T200 es franca. En ciudad se muestra dinámico y en un ruta nos permite crucerear en séptima a 110 km/h con el motor “planchado” en 2.100 rpm y entregándonos 13,8 km por litro. En ciudad pudimos recorrer 7,8 km por litro.
En materia de seguridad, el Peugeot 2008 GT ofrece airbags frontales (conductor y acompañante) laterales delanteros y de cortina, además de los mencionados sistemas de control de estabilidad y tracción y asistencias a la conducción (ADAS) como frenado autónomo de emergencia, asistencia al mantenimiento de carril, indicador de descanso recomendado y alerta de riesgo de colisión, entre otras.
Con un diseño contemporáneo y personal, un motor eficiente y de bajo consumo, completo equipamiento y seguridad, el 2008 es una fuerte apuesta industrial de Stellantis en Argentina que busca reforzar y complementar la notable performance del 208.


