El Chevrolet Spin es un producto que resiste el paso del tiempo con su espacio y robustez como principales argumentos. Con un renovado estilo y mejoras en el equipamiento, seguramente recorra los últimos años de su larga trayectoria.
El Chevrolet Spin es el modelo más veterano dentro de la oferta de GM en Argentina. Lanzado al mercado local en octubre de 2012, en noviembre del año pasado recibió una nueva actualización que lo renovó estética y tecnológicamente.
Por sus dimensiones, el producto de GM se ubica dentro del segmento B de las SUV, aunque a simple vista da la sensación de ser más grande, a pesar de sus poco más de 4,4 metros de longitud.

Importado de Brasil, el Spin se comercializa en las versiones LT MT y Premier. Esta última, como en toda la línea Chevrolet, es la más equipada y fue la que tuvimos la oportunidad de probar.
Todas las versiones están impulsadas por el motor de 1.796 cc, ocho válvulas, que entrega 105 CV a 5.600 rpm y un par de 161 Nm a 3.200 rpm. En el Premier, el propulsor se asocia a una caja automática de seis marchas con opción manual.

El desafío de la actualización
Los diseñadores de GM hicieron un buen trabajo para renovar al Spin, que había recibido su último restyling en 2021. Se destaca especialmente el rediseño del frontal, ahora alineado con la identidad visual de la gama contemporánea de Chevrolet —como las pick-ups Montana y S-10, y las SUV Tracker y Trailblazer—. En la parte trasera se modificaron las ópticas, los paneles del portón y los paragolpes. El punto más crítico sigue siendo el lateral, que evidencia su antigüedad, apenas disimulada por las llantas de aleación de 16” con acabado exclusivo de esta versión.
Aunque no se aprecie a simple vista, en la carrocería se modificó el 42% de las piezas estampadas, incluidos los refuerzos estructurales.

Interior: la gran ventaja
Sin dudas, es en el interior donde el Spin marca la diferencia. Su techo alto (1.690 mm) brinda un habitáculo espacioso y confortable, con suficiente lugar tanto para pasajeros como para equipaje. El asiento del conductor es regulable en altura y, junto con la regulación en altura y profundidad del volante, permite encontrar la posición óptima de manejo.
El esfuerzo de modernización se nota sobre todo en el diseño del panel de instrumentos, completamente renovado. Su configuración es muy similar a la de otros modelos de la marca, como Tracker, Onix y Montana.

El instrumental es 100% digital y se visualiza en una pantalla de ocho pulgadas, configurable en distintos modos. De serie, muestra un tacómetro central que imita al analógico, con un velocímetro digital en el centro. Integrado al tablero, una pantalla táctil de 11 pulgadas permite operar el sistema multimedia y consultar información del viaje o del vehículo.
La versión Premier suma detalles exclusivos: diferentes texturas en el panel, con apliques satinados símil aluminio alrededor de las salidas de aire, una franja central en tono visón perlado y superficies texturadas en apoyabrazos y portaobjetos. Aunque el Spin no busca un perfil deportivo, una costura roja en volante, tapizados y paneles de puerta aporta un guiño estético. El volante multifunción está forrado en cuero, y las butacas cuentan con tapizado en cuero ecológico microperforado en el centro.
La consola central incluye posavasos y un espacio para alojar la llave presencial, un detalle práctico que suele faltar en otros modelos. Sin embargo, se extraña un compartimento cerrado para guardar objetos o documentación con mayor seguridad.

Esta versión puede transportar hasta siete pasajeros distribuidos en tres filas de asientos. Los de la segunda fila tienen desplazamiento longitudinal y respaldos reclinables en proporción 40/60. Los de la tercera se pliegan para ampliar el baúl. Con ambas filas rebatidas, la capacidad de carga llega a 1.608 litros (medidos hasta el techo).
Todas las versiones del Chevrolet Spin incluyen seis airbags (frontales y laterales), control de estabilidad y tracción, frenado automático de emergencia, asistencia de frenado y frenos ABS con distribución electrónica, entre otros sistemas.
En marcha: sin sorpresas
Una vez en marcha, la primera reacción al “peinar” el acelerador nos resultó algo lenta. En su versión automática, el Spin es de esos vehículos que requieren un pie más firme para responder de manera más franca. En ruta y autopista, en cambio, el motor se muestra elástico, con reacciones correctas ante la necesidad de aceleraciones repentinas. Pese a la altura, la estabilidad aerodinámica es buena y no se perciben ruidos de viento. En esas condiciones registró un consumo de 13,2 km/l, mientras que en ciudad la cifra descendió a 8,5 km/l.

Conclusiones
El Chevrolet Spin es una opción razonable para quienes no buscan lujo ni vanguardia estilística, pero sí valoran espacio, practicidad y una mecánica probada y confiable.
El restyling reciente le extiende la vida útil por algunos años más, aunque probablemente sea el último de su extensa trayectoria. Por ahora, GM no confirmó si lo reemplazará por una nueva generación o por un SUV distinto, pero dentro del mismo segmento.