Con un diseño de inspiración deportiva, altos índices de seguridad, consumo reducido y completo equipamiento, el Volkswagen Nivus es el punto de partida de la amplia gama de SUV que la marca alemana comercializa en el país.
Con el Volkswagen Nivus completamos la prueba de los SUV de entrada de gama que ofrece VW en Argentina. El modelo se ubica en el primer escalón del segmento que también integran el T-Cross y el Taos (ver nota).
Producido desde junio de 2020 en la histórica planta brasileña de Anchieta, en São Bernardo do Campo, San Pablo, el Nivus llegó al país en noviembre de ese año ofrecido únicamente en las versiones Comfortline y Highline. Posicionado por sus dimensiones dentro del segmento B, el Nivus fue desarrollado sobre la plataforma MQB-A0 que comparte con otros productos de la marca como el Polo, Virtus y T-Cross.
Más S que U
Aunque concebido como un producto utilitario, familiar y accesible, la silueta del Nivus nos remitió, desde el primer contacto visual, a un auto de inspiración deportiva. Sus proporciones, su línea de cintura ascendente y la acentuada caída del portón, que nos recuerda a las cupés tipo fastback, le imprimen al perfil un dinamismo que lo diferencia de sus rivales.
La particularidad de la caída del portón trasero tiene, además, alguna reminiscencia con las carrocerías de dos volúmenes y medio que proliferaron en los 70 y 80, un concepto situado a mitad de camino entre un sedán tres volúmenes y un familiar. El Nivus pareciera tomar un poco de todo eso y sumarle unos importantes centímetros de altura para configurar un verdadero crossover que combina la funcionalidad de un hatchback con el espacio de un SUV y le agrega al cóctel un “chorrito” de deportividad.
La trompa es alta pero con una caída más acentuada en relación a los otros SUV chicos de la marca. El frontal recrea la disposición del Taos con una grilla dividida en una zona superior e inferior y faros horizontales con un quiebre en la zona inferior. En la grilla superior una ornamentación cromada central, interrumpida por el logo VW, se extiende en la base de los faros. En la versión Highline 200TSI, en los extremos de la zona inferior de los paragolpes se alojan los faros antiniebla de disposición vertical con función “cornering light”, mientras que en las más económicas el espacio es ocupado por una falsa grilla.
En el lateral, una moldura superior que nace en el guardabarros y se extiende hasta el guardabarros trasero recrea un detalle estilístico registro de la marca. En la cola, el conjunto óptico está integrado horizontalmente a todo el ancho y sobresale del plano del portón.
Antes de subirme y probarlo y mientras tomaba las primeras fotos, pensaba qué bien le vendría una versión deportiva inspirada en las series R-Line o en las versiones GLi de otros VW. Detalles en rojo en los exteriores (paragolpes, grilla, molduras) que contrasten con el negro mate, llantas deportivas de aluminio con pinzas de freno en rojo y un interior también con detalles en rojo en la costura de los tapizados y el volante. ¿Por qué no?
La versión que nos entregó Volkswagen Argentina es la Highline 200TSI, la de mayor equipamiento de la gama que se completa con las mencionadas Comfortline y Highline.
Está equipada con el motor TSI (por Turbo Stratified Engine) de tres cilindros y 999 cc que entrega una potencia de 116 cv y un torque de 200 Nm. El propulsor está acoplado a una transmisión Tiptronic de 6 velocidades. Esta combinación es la misma que probamos en el T-Cross (ver nota).
Entre sus detalles de equipamiento exclusivo se destacan el limpiaparabrisas automático con sensor de lluvia, sensor crepuscular con activación automática de luces, sistema Kessy de apertura y arranque sin llave, sensor de estacionamiento delantero y el indicador para el control de presión de neumáticos.
El Nivus que probamos lucía una carrocería pintada en Biscay Blue una de las 6 opciones cromáticas de la limitada paleta de colores. Las llantas de aleación de 17”, las barras de techo en terminación plata y las molduras plásticas que protegen la zona inferior del lateral completan los detalles estilísticos.
La sobriedad va por dentro
Con sus 4.266 mm de largo, una distancia entre ejes de 2.566 mm, y una altura de 1.493 mm, el Nivus aloja confortablemente 5 pasajeros. Con 415 litros, su capacidad de carga del baúl es de las más grandes de la categoría.
El habitáculo, sencillo y sobrio, está acorde con lo que se espera de un vehículo de entrada de gama del segmento. Un poco serio, tal vez, para un diseño que exteriormente apela a cierta informalidad. El negro y diferentes escalas de grises son la tonalidad dominante en los tapizados y paneles de puerta. El panel de instrumentos aloja en el centro un aplique plástico en negro brillante que integra las salidas de la rejilla de ventilación, la pantalla del sistema multimedia y el cuadro de instrumentos. Leves detalles en terminación satinada en la selectora de cambios, el volante multifunción y en las manijas de puertas contrastan con tanto gris.
Las múltiples regulaciones de la butaca del conductor (altura, distancia e inclinación del respaldo) y la posibilidad de regular en altura y profundidad el volante permiten ajustar correctamente la posición de manejo. Todos los comandos de audio y de los sistemas de calefacción y refrigeración son totalmente digitales y están al alcance del conductor. Si bien son intuitivos, su operación nos lleva a distraer la vista de la conducción durante unos segundos, algo que por seguridad debería evitarse. Por contraste, la baliza se activa con una tecla detectable al tacto, pero ubicada a la derecha de la pantalla táctil, un tanto lejos del alcance de la mano.
El cuadro de instrumentos es totalmente digital y configurable en tres opciones. Los paneles de las 4 puertas disponen de espacios de buena capacidad para alojar múltiples objetos.
En la versión Highline 200TSI los asientos están tapizados en cuero ecológico y las alfombras son de tela. Exclusivo de esta versión es el sistema multimedia VW Play 10” y el “Active Info Display” que ofrece información sobre funciones del auto y la conducción.
Economía y seguridad
El encendido es a través de un botón dispuesto en la base de la consola. El motor TSI es prácticamente imperceptible. Recién por encima de las 2.500 rpm se siente un ronroneo y una sonoridad más deportiva. La caja Tiptronic ofrece las opciones S y M que permiten una repuesta más franca que se ajusta a situaciones de conducción de mayor exigencia como adelantos o subidas de pendientes pronunciadas. Por defecto, la posición D es óptima para circular en el ámbito urbano o en ruta despejada.
El consumo es uno de los puntos más fuertes del Nivus. En ruta, alternando velocidades de 100 km/h, 110 km/h y 120 km/h, el consumo promedió los 5,3 litros cada 100 km. En ciudad acusó 8,8 litros cada 100 km. Con una capacidad de 52 litros, el tanque de combustible permite una autonomía de 650 kilómetros (siempre dependiendo de la modalidad de conducción). Nuestro viaje de poco más de 400 kilómetros a Mar del Plata demandó 29 litros (algo más de dos tercios).
El Volkswagen Nivus es un auto seguro. Así lo acreditan las 5 estrellas que le otorgó LatinNCAP en las pruebas de choque. Todas las versiones incluyen de serie airbag para conductor y acompañante, 2 airbags laterales y 2 airbags de cortina. La versión Highline 200TSI incluye, además, sistema de detector de fatiga, frenado asistido para evitar colisiones múltiples, frenado autónomo de emergencia (AEB), control de crucero adaptativo (ACC) y frenos a disco en la 4 ruedas.
Con poco más de 3.600 unidades, el Volkswagen Nivus se ubicó en el 8º puesto entre los SUV más vendidas en Argentina durante 2023. Las restricciones a la importación seguramente han penalizado su performance comercial.
