Chevrolet Onix: un chico seguro

Chevrolet Onix: un chico seguro

Probamos el Chevrolet Onix Premier. Motorización, equipamiento y seguridad constituyen sus principales atributos para dar batalla en el segmento B.

A fines de 2019, General Motors presentó en el mercado argentino la nueva generación de su  línea de entrada de gama: Onix. La particularidad del lanzamiento estuvo en la estrategia de la compañía de mantener en producción la generación precedente, que fue renombrada como Joy (hatchback) y Joy Plus (sedán antes denominado Prisma), y posicionar a la nueva en un escalón superior dentro del segmento B, unificando las denominaciones en Onix (hatchback) y Onix Plus (sedán).

Producido en Brasil, la nueva generación implicó una verdadera puesta al día en materia de diseño y motorizaciones, con una novedosa gama de propulsores nafteros de tres cilindros con cilindradas de 1200 cc (aspirado) y 1000 cc (turbo). Este último es el primero de estas características ofrecido en su categoría.

Probamos el Chevrolet Onix Premier
La leve caída del techo determina un interior de buena habitabilidad. Las llantas de aluminio son exclusivas del Premier.

El diseño exterior evidencia una clara aproximación estilística a los modelos de los segmentos superiores, en especial al Cruze. El aire de familia se visualiza en un frontal con una parrilla subdivida en dos sectores con el superior albergando en posición central el tradicional moño en dorado que identifica a la marca. En los extremos del paragolpes se alojan falsas tomas de aire acompañadas de luces LED de marcha diurna.

En el lateral reinterpreta la moldura inferior del Cruze y la línea de carácter a la altura de las manijas de puertas, pero suma otras molduras que otorgan mayor complejidad y cierta arbitrariedad. La superficie vidriada es amplia y se extiende visualmente con un aplique plástico que avanza sobre el parante C. La línea de techo se extiende con muy leve pendiente hacia atrás continuada en un spoiler que suma un carácter sutilmente sport.

El nuevo Onix tiene una longitud de 4163 mm, suficiente para alojar confortablemente a cuatro ocupantes. Su baúl tiene una capacidad de 303 litros y puede extenderse hasta 1151 litros con los asientos traseros rebatidos. Su carga útil es de 375 kilos.

Probamos el Chevrolet Onix Premier
El frontal del Onix se asemeja al estilo de los autos de los segmentos superiores de la marca, en especial al Cruze.

El Onix llegó al mercado argentino con el aval, en materia de seguridad, otorgado por LatinNCAP, entidad que lo calificó con la máxima puntuación (5 estrellas) por la protección de ocupantes adultos y niños y por la protección de peatones. Una vez presentado en nuestro medio, el Onix sumó los reconocimientos de CESVI en las categorías “Auto Chico” y “Auto de Oro”. Estos premios se fundamentan en un equipamiento que incluye 6 airbags de serie (2 frontales, 2 laterales y 2 de cortina) -único en su segmento-, control de estabilidad y tracción, frenos a disco delanteros de 14 pulgadas, asistente de salida en pendiente y alerta de punto ciego, entre los ítems más destacados.

Premier, el más equipado

La unidad que probamos corresponde a la versión Premier, la más equipada de la línea. Está impulsada con el motor de 1.0 litros de 116 cv y 160 Nm de torque. En esta versión el propulsor puede acoplarse a una caja manual de cinco velocidades o bien a una automática de seis con opción de cambio de marcha manual. Esta combinación es la que traía el vehículo que probamos.

En el exterior, los detalles distintivos se aprecian en los leves toques cromados en los marcos de las ventanillas, en los picaportes, en los bordes de la grilla y en las llantas de aluminio de 16″. Los faros traseros LED son exclusivos del Premier.

Probamos el Chevrolet Onix Premier
Las luces traseras con LED son una exclusividad del Premier. La luz de giro en el guardabarros delantero es otro aporte a la seguridad.

En el habitáculo, sus butacas delanteras con apoyacabezas integrados transmiten cierta sensación deportiva. En el Premier están tapizados en combinación de telas y vinilos y terminación bi-tono (negro con gris o negro con beige) que se replica en los paneles de puertas delanteras y en el panel de instrumentos. Lamentablemente, las plazas traseras no gozan de este mismo criterio de combinación, que le hubiera aportado más calidez al conjunto.

El instrumental es similar al del Tracker (ver nota) con dos amplios diales, el izquierdo aloja el tacómetro y el de la derecha el velocímetro. En medio, una pantalla de 3,5” brinda información tanto sobre el auto como sobre las condiciones de marcha.  El encendido del motor es a través de botón con llave presencial. También similar a la del Tracker es la pantalla táctil LCD de 8”, que permite operar funciones como audio, climatizador y teléfonos móviles.

El equipamiento exclusivo de esta versión incluye cargador inalámbrico, sensor de presión de neumáticos, indicador de nivel de aceite y alerta de punto ciego.

Probamos el Chevrolet Onix Premier
Los insertos de color en paneles de puerta y de instrumentos se combinan con los de las butacas. El esquema no se replica en las plazas traseras.

A fin de encontrar la posición adecuada para el manejo, la butaca del conductor dispone de regulación en altura y se combina con el volante que puede ser regulado en altura y longitud. Si bien el Onix Premier no pretende ser deportivo, las butacas con apoyacabezas integrados, con tapizados en dos tonos que se combinan con los insertos plásticos texturados en los paneles de puerta y de instrumentos favorecen la percepción de algo más que un auto económico.

Las dudas sobre la respuesta del pequeño motor de solo un litro distribuido en tres cilindros, se despejaron al dar las primeras vueltas en el tránsito urbano. La ayuda del turbo se hace sentir apenas se pisa un poco más a fondo el acelerador en maniobras que requieran una aceleración repentina. Con la posición en “D”, los cambios entran cuando se superan las 2200 rpm, asegurando una marcha óptima y un consumo reducido. Si se pretende reacciones “más nerviosas”, la opción manual permite estirar el pasaje de los cambios a regímenes mayores.

Probamos el Chevrolet Onix a lo largo de 776 kilómetros. En el ámbito urbano el consumo arrojó un promedio de 10,2 kilómetros por litro, mientras que en ruta, con un régimen de entre 110 y 120 km/h, el registro fue de 17,5 kilómetros por litro. Por su parte, el promedio combinado urbano/ruta resultó de 13,7 km/litro.

Diseño actualizado, motores de última generación, completo equipamiento y un excelente estándar de seguridad, hacen del Chevrolet Onix unos de los autos más competitivos del segmento chico del mercado argentino.

Probamos el Chevrolet Onix Premier
El motor de 1 litro turboalimentado eroga 116 cv y entrega un torque de 160 Nm.
Probamos el Chevrolet Onix Premier
El baúl tiene una capacidad de 303 litros y puede extenderse hasta 1151 litros con los asientos traseros rebatidos.
Probamos el Chevrolet Onix Premier
Las líneas del lateral buscan aportarle personalidad al perfil del Onix.
Probamos el Chevrolet Onix Premier
El remate del techo suma un pequeño spoiler que le confiere un toque deportivo.
Probamos el Chevrolet Onix Premier
Butacas delanteras con apoyacabezas integrados al respaldo.

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