Con un diseño que apuesta a construir una identidad propia, buenas prestaciones y equipamiento completo, el Kardian marca el inicio de una nueva etapa de Renault en Argentina y Sudamérica.
Tras casi dos décadas de producir en la región modelos derivados de Dacia o de la ex Samsung Motors, Renault inició una nueva era con el lanzamiento del Kardian. Si bien puede resultar más un prejuicio que una realidad, para algunos fanáticos argentinos de la marca del rombo, que vieron salir de Santa Isabel los mismos autos que se fabricaban en Francia, estos modelos carecían del ADN de la empresa gala.
El nuevo producto de Renault fue concebido para los mercados internacionales (léase fuera de Europa Occidental) y es el punto de partida del plan estratégico de la compañía que prevé siete lanzamientos de nuevos modelos hasta 2027. La “Renaulution”, anunciada a comienzos de 2021, puso primera en la región con el desarrollo de un vehículo inédito que comenzó a ser producido y comercializado en Sudamérica, antes de llegar a países de África del Norte, Oriente Medio y Europa del Este, donde es abastecido desde la planta de Casablanca, Marruecos.
Producido en el complejo Ayrton Senna de Curitiba, Brasil, el Kardian fue presentado en Río de Janeiro en octubre de 2023 y llegó a nuestro país en agosto del año pasado. Es el primer vehículo concebido sobre la Renault Group Modular Platform (RGMP), una plataforma modular y flexible para múltiples motorizaciones y dimensiones. Con longitudes de entre 4 y 5 m, diferentes medidas de entre ejes, sección trasera y ancho, permite la configuración de vehículos de los segmentos B, C y LCV.

El Kardian en un SUV compacto (segmento B), con una longitud de 4.120 mm y una distancia entre ejes de 2.604 mm. Aunque comparte algunos componentes con el Dacia Sandero de tercera generación, el panel de instrumentos del Renault Taliant y una suspensión trasera derivada del Clío europeo, es un producto inédito con identidad propia. A pesar de haber sido proyectado acorde a la idiosincrasia, infraestructura, cultura y poder adquisitivo de los llamados países emergentes, el nuevo SUV no resignó diseño, equipamiento, seguridad y tecnología de los vehículos de su categoría disponibles en mercados más desarrollados.
En nuestro país, Renault lo comercializa en las versiones Evolution 156 MT, Evolution 200 EDC, Techno 200 EDC y Premiere Evolution 200 EDC. La primera es la opción de entrada de gama. Está equipada con el motor 1.6 Sce 16v de 115 cv, acoplado a una transmisión manual de 5 velocidades. Las otras versiones están impulsadas por el motor 1.0 turbo TCe 12v de 120 cv, combinado con una transmisión automática de 6 velocidades y doble embrague.
La versión que probamos es la Premiere Evolution 200 EDC, la más completa y equipada.
Diseño para empezar a sumar
El diseño exterior es uno de los ítems más logrados del Kardian. Aunque pensado para los mercados internacionales, bien podría adaptarse y dar batalla con dignidad en la exigente Europa Occidental.
El nuevo logo “Nouvel’R” por primera vez se luce en un producto fabricado en la región. La grilla superior dialoga con el logo a través de una trama de rombos abiertos y cerrados que genera una textura tridimensional que contrasta con la planitud tecnológica del nuevo logo y refuerza la identidad de la marca.

El sistema lumínico está divido en las finas luces superiores de conducción diurna (DRL) con los giros integrados, todos con tecnología LED, y las luces principales, también LED, ubicadas más abajo.
La apertura para refrigerar el motor se refuerza en la zona inferior del paragolpes con otra grilla en forma de paralelogramo con barras horizontales.
La parte posterior se destaca por las voluminosas ópticas traseras tridimensionales en formato C con un sector superior que se extiende sobre el portón y contribuye a reforzar la identidad en ese sector. El logo se replica en posición central y en su centro va camuflada la cámara de retroceso. Por debajo, la palabra “Kardian”, en tipografía mayúscula, identifica al modelo.
Las personalidades de frente y cola contrastan con la falta de identidad del lateral, siempre el mayor de los desafíos para los diseñadores. Aunque creemos que en ese aspecto el Kardian no sobresale de la media, sí merece destacarse el esfuerzo de la línea del hombro que se extiende hacia la voluminosa zona superior de los guardabarros delanteros y traseros. Las llantas de 17 pulgadas, de aleación, diamantadas y en terminación bi-tono, también contribuyen a la búsqueda de mayor personalización.

Para el lanzamiento comercial, Renault eligió una carrocería pintada en un impactante Naranja Energy, único color del espectro cromático disponible en la limitada paleta de colores que se completa con una escala de grises integrada por el Gris Estrella, Gris Cassiopée, Negro Nacré y Blanco Glaciar. En la versión Premiere Evolution los colores de carrocería se combinan con el techo en Negro Nacré.
De otra categoría
La primera sensación al sentarnos fue la de estar en una posición de manejo relativamente baja para una SUV, aunque sea de segmento B. Posiblemente, la consola alta que separa las butacas con espacios muy diferenciados para el conductor y el acompañante tenga alguna “culpa” en esa percepción.
El habitáculo nos dio la impresión de estar dentro de un vehículo de segmento superior. El encendido del motor es por botón start/stop, con tarjeta presencial. El instrumental es totalmente digital y puede configurarse en tres opciones. La que más nos gustó es la única que ofrecía tacómetro, aunque horizontal y de difícil lectura, salvo cuando se elige la modalidad de conducción Sport donde la escala se hace más precisa y la tipografía más grande.
La ambientación puede configurarse con leds en los paneles de las puertas delanteras que cambian el color según los diferentes modos de conducción seleccionados.
En esta versión, el panel de instrumentos incluye un acolchado central con una costura en color rojo que se replica en los asientos y en los apoyabrazos de las puertas. Otros detalles distintivos de terminación son el satinado simil aluminio en el volante y consola y los insertos en plástico brillante en los paneles de puertas delanteras y en el centro del panel de instrumentos.

El Kardian dispone de tres modos de conducción: Eco, Sport y My Sense. Eco es para optimizar el consumo, Sport ofrece una reacción más franca del acelerador y un rango de revoluciones superior y My Sense es la opción intermedia que viene por defecto. Los modos se pueden seleccionar desde la pantalla o a través de una tecla ubicada en el panel, pero en cualquiera de los dos casos implica que el conductor distraiga la visión del camino y deba soltar la mano del volante. Por razones de seguridad, creemos que sería mejor que esta función pudiera activarse desde el propio volante.
Esta versión incluye levas detrás del volante, una verdadera sofisticación para un auto de esta categoría. Pueden operarse de manera directa, sin necesidad de seleccionar un modo de conducción determinado, y son muy útiles tanto cuando se necesita una respuesta más franca y directa, como puede ser un sobrepaso o sortear un tramo de camino con pendientes o una rampa.

Otro detalle que suma es la selección de cambios a través del e-shifter, en lugar de la tradicional selectora por empuñadura. El e-shifter solo permite conmutar entre las posiciones Drive (D), Neutral (N) y Reverse (R). Cuando se opera por primera vez cuesta un tiempo acomodarse a la sensibilidad del control, en particular cuando se intenta posicionarlo en la posición neutral que requiere un toque suave, casi quirúrgico. La posición Parking está fuera y detrás de la selectora en un botón solitario en la consola. También resulta extraño hasta que nos acostumbramos a operarlo. El freno de estacionamiento es eléctrico y se activa con una tecla ubicada a la izquierda del e-shifter.
A favor de la economía dispone de apagado automático del motor cuando el auto se detiene y la selectora está en la posición Drive, pero al pasarlo a Neutral vuelve a encenderse, algo que en particular nos resultó un poco molesto. De cualquiera manera, esta función puede desactivarse.
En tramo urbano, el consumo resultó sorprendentemente bajo. Según la computadora de a bordo, el Kardian recorrió 13,3 kilómetros con un litro de combustible. En ruta, a un promedio de 110 km/h, la distancia recorrida con un litro de combustible fue de 16,1 kilómetros en la modalidad Sport y 16,5 kilómetros en My Sense, una diferencia muy poco significativa entre ambas modalidades.
Completo equipamiento
El equipamiento de esta versión también está acorde a un vehículo de segmento superior. Incluye seis airbags y 13 sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), entre ellos cámara multiview, (permite ver hacia atrás, laterales y hacia adelante), control de crucero adaptativo, alerta de colisión frontal, frenado activo de emergencia y alerta de distancia segura.
El comportamiento del auto bajo todas las modalidades fue óptimo. Lo único que nos llamó la atención fue la advertencia de batería baja de la tarjeta de encendido y también de poca carga de la batería del motor. Eso ocurrió el día previo a devolverlo, pero al siguiente no hubo problema en ponerlo en marcha, aunque resultó extraña esa advertencia en un auto nuevo de pocos kilómetros.
Con el Kardian, los “renolistas” de paladar negro pueden empezar a reconciliarse con la marca de sus amores. Es un auto con identidad propia que marca una nueva era de Renault en la región. Es un buen comienzo, el tiempo dirá.


