Al cumplirse un nuevo aniversario de la recuperación temporaria de las Malvinas, recordamos a los primeros automóviles de producción nacional que circularon por las islas del Atlántico Sur.
Una década antes del estallido del conflicto bélico que protagonizaran Argentina e Inglaterra por la soberanía sobre las Islas Malvinas, ambos países habían establecido una política de acercamiento e intercambio entre el archipiélago y el continente. En cumplimiento de convenios internacionales, en 1972 Líneas Aéreas del Estado (LADE) comenzó a operar en territorio insular con un vuelo regular que unía Comodoro Rivadavia con Puerto Stanley (nombre que por entonces poseía la capital de las islas),utilizando un avión anfibio Grumman Albatros. Posteriormente, la frecuencia se incrementó con dos vuelos semanales de Fokker F-27 y F-28. Los servicios aéreos se prestaron con regularidad hasta 1982, cuando se interrumpieron por completo con motivo del conflicto del Atlántico Sur.
Para brindar tareas de apoyo a estos vuelos- transporte de tripulantes, carga, correspondencia y pasajeros-, en 1972 LADE adquirió una pick up Dodge D200 especialmente carrozada por Igarreta en configuración doble cabina y cuatro puertas. El equipamiento incluía radio de gran alcance, calefacción especial, parabrisas a pruebas de impactos de piedra y faros auxiliares de cuarzo – yodo.
La pick up estaba impulsada por un motor V8 de 202 HP que se combinaba con una caja de 6 marchas de avance y 2 de retroceso. Para adaptar la Dodge D200 a las duras condiciones climáticas y topográficas de las islas, en particular para circular por el ripio y la turba, fue adoptado un sistema de tracción integral, se reforzaron las suspensiones, se incrementó el despeje y se montaron neumáticos de diseño especial.
La unidad fue entregada a la Fuerza Área Argentina en abril de 1972 por Igarreta S.A., distribuidora oficial de Chrysler Fevre Argentina S.A.I.C.
Poco después, en mayo del mismo año, IKA-Renault se sumaba a la iniciativa con el envío de un Jeep y un Renault 12. Los vehículos fueron embarcados en el vapor AES y partieron con destino a las islas desde el puerto de Mar del Plata. Este vapor realizaba viajes periódicos trimestrales y en ellos estaba previsto el envío de repuestos y nuevas unidades.
Por entonces, el parque automotor de las islas se estimaba en un millar de vehículos para una población de solo 2000 habitantes, lo que determinaba una relación de dos habitantes por auto, la segunda mejor del mundo detrás de Estados Unidos (1,9).
Años más tarde llegaba el turno de Citroën. En octubre de 1974 fue embarcada una unidad Citroën 3CV con destino a las Islas Malvinas en un vuelo que partió de la Base Aérea Militar de Comodoro Rivadavia. Acompañando la unidad viajaron un grupo de directivos de LADE y de Citroën Argentina quienes en forma conjunta pusieron a prueba las bondades del 3CV en esos difíciles terrenos de turba en un clima extremadamente hostil. De esta manera, Citroën Argentina encaraba un esfuerzo más, que se añadía a los ya cumplidos en las selvas paraguayas, caminos cordilleranos y barriales misioneros.
El 3CV se sumaba a la acción pionera de la pick up Dodge D-200, el Jeep y el Renault 12 para alistarse en la pequeña avanzada de vehículos de producción nacional en nuestras lejanas islas.
Fuentes consultadas: Revista Corsa, ediciones nº 310, 318 y 439.