En su primera actividad de 2020, el Citroën Club Buenos Aires realizó una caravana por las calles porteñas.
Por Alejandro Beiroa del Citroën Club Buenos Aires
Fotos: Citroën Club Buenos Aires
En este año el Citroën Club Buenos Aires celebrará su 20º aniversario y, sin lugar a dudas, el 2020 será una buena ocasión (si la pandemia del Covid 19 nos da una tregua) para realizar acciones distintivas que le otorguen un clima festivo a este año tan importante en la historia del club.
Es para destacar que el primer evento se ha salido del molde y ha roto con la tradición de celebrarse un día domingo. Y no solo eso, además del encuentro estático, después se salió en caravana para vagar y, de paso, fotografiar a la pintoresca ciudad de Buenos Aires, recorriendo algunos de sus puntos más emblemáticos.
Así fue que la tarde del sábado 7 de marzo, y frente a la Plaza Mafalda (en Colegiales), se reunieron los socios del club para comenzar con el encuentro estático. En ese mismo lugar se realizaron los ya clásicos concursos de Elegancia, Originalidad y Auto Contemporáneo, que el club viene desarrollando en forma ininterrumpida desde hace varios años.
Allí mismo, y antes de cerrar el encuentro, se produjo una grata sorpresa ya que Reinaldo Branca donó para la biblioteca del club un chasis 3cv escala 1:8, junto con los fascículos y algunos de los componentes mecánicos que trae la colección Salvat.
Alrededor de las 17 hs, y aun con el sol en horizonte, entregamos los premios del evento, donde los ganadores de la jornada fueron:
Elegancia: 2cv 1967 de Hilarion Romero.
Originalidad: 3cv 1979 de Fabio Angrigiani.
Auto Contemporáneo: Saxo 2001 de Reinaldo Branca.
Pocos minutos después, el 3cv M28 de Javier Jáuregui iniciaba la caravana, abriéndose paso por la Av. Dorrego, recorriendo gran parte de la mítica Av. Corrientes hasta llegar al Obelisco porteño y virando por una de sus diagonales hacia la Plaza de Mayo y Casa de Gobierno. Al rodearla, el rumbo estuvo fijado hacia el barrio más nuevo que tiene la ciudad: Puerto Madero. Después de dar una vuelta y hacer algunas paradas para fotos, la caravana se dirigió hacia la monumental escultura de Las Nereidas, emplazada en la Costanera Sur.
La puesta del sol encontraría a este pelotón de Citroën por la Avenida del Libertador, donde la Torre Monumental (ex Torre de los Ingleses) y el Kavanagh fueron testigos de su paso. De allí, la vuelta -ya nocturna- por la Recoleta nos mostraría una Plaza Francia con su feria iluminada en forma muy romántica, la isla frente a la Biblioteca Nacional nos regalaba una vista con estilo muy parisino y el paso por la Avenida Figueroa Alcorta nos trajo el recuerdo de cuando por esa arteria porteña partían los Traction Avant de la concesionaria Gilotaux.
Con la noche la caravana llego a su fin, luego de haber recorrido varios kilómetros con una infinidad de fotos, propias y ajenas, y recibiendo los miles de saludos de un público ocasional encontrado en cada calle de la ciudad. Después, algunos de los socios se quedaron a cenar, cerrando así una jornada memorable.
Mi primer auto fue un 2CV. Anhelo en breve comprar un 3cv y disfrutarlo.