Luego de sucesivas postergaciones por razones climáticas, abrió sus puertas la muestra de los autos argentinos con valor histórico.
Posiblemente, la 12ª edición de Expo Auto Argentino haya sido la más difícil desde aquella recordada de 2016 realizada bajo la lluvia. Precisamente, los recuerdos y fantasmas de esa exposición “heroica” pesaron en la organización que con buen criterio debió suspender la de este año en cuatro oportunidades, todas totalmente justificadas.
Por supuesto que las suspensiones tienen un costo y los organizadores bien lo saben. Pero se debe optar por el mal menor, preservar la integridad de las personas, el cuidado de los autos y asegurarse que las condiciones climáticas sean las más adecuadas para un evento al aire libre.
No todos lo entienden así y en cada suspensión las redes sociales se enardecieron con comentarios desbordados de odio que reclamaban soluciones tan absurdas como hacerla en un lugar cerrado (no hay ninguno que reúna las condiciones en la zona de Moreno) o bajo la lluvia.
Las sucesivas postergaciones trasladaron la fecha de abril a septiembre, una época inédita para Expo Auto Argentino. El 24, finalmente, fue el día elegido. Y también hubo que sufrir, el pronóstico anticipaba alguna probabilidad de lluvia para ese día y los anteriores. El último domingo del mes amaneció con el cielo plomizo, inclusive, algunas leves gotas reactivaron la angustia, pero la decisión estaba tomada y a esa altura era irreversible.
Una vez más, la tranquera del Club de Campo La Tradición se abrió para poblar el predio de Francisco Álvarez con la muestra más variada y completa del historial automotriz nacional.
Como en todas las ediciones realizadas desde 2010, se determinaron los ejes temáticos que se destacaron del resto de la convocatoria. Esta vez, fueron los 60 años del Renault 4 argentino, 60 años del Jeep Gladiator de IKA, 50 años del Falcon Sprint, 40 años del Volkswagen Gacel y 40 años del Ford Taunus GT SP5. Cada uno de estos temas gozó de un espacio preponderante dentro del predio.

El homenaje
Un clásico de la muestra es designar un auto que se destaque por su valor histórico. En esta oportunidad fue un Renault 18 Break 4×4 que replicaba a los dos ejemplares que participaron en la edición de 1987 del París-Dakar. Esta unidad, que llevó más de 3 años y 2.100 horas de trabajo, es un homenaje al “Equipo Argentino Dakar 1987”, que por primera vez representó al país en una de las competencias más extremas y peligrosas del automovilismo mundial. La recreación del auto histórico fue un sueño hecho realidad que impulsaron Martín Aliandri y Daniel Monzón. La historia de “La Cenicienta” fue, además, uno de los temas convocantes en la carpa de las conferencias y fue desarrollada por Alejandro Eiras, de Leyendas del Rally. Junto al historiador, participaron de la charla dos miembros de la legendaria tripulación como Carlos Sarthe y Daniel Buteler.
Además de la apasionante historia de la Renault 18, en este espacio se desarrolló una charla educativa sobre comportamiento vial por parte del Ministerio de Transporte. Como parte de la campaña de prevención, el ministerio entregó alrededor de 30 cascos al público asistente.
Otra de las actividades en la carpa fue la presentación del libro Sport Prototipo Argentino 1969-1973 de Daniel Viegas, publicado por Motorlibros.

Un premio Super Sport
La jornada culminó con la entrega de premios. El público eligió con su voto a un Chevrolet 400 Super Sport de 1974 como mejor auto de Expo Auto Argentino 2023. Por segunda vez, este modelo de GM se llevó el reconocimiento del soberano; en la edición de 2019 otro Chevrolet Super Sport, pero de 1969, se quedó con la distinción.
Por su parte, la organización reconoció al stand de Restauradores del Renault 4 como el mejor del evento. La agrupación celebró los 60 años del lanzamiento de la versión nacional del popular auto del rombo con una abarcativa representación de nueve unidades en la que se destacó un sorprendente ejemplar de 1963.
Expo Auto Argentino 2023 se hizo a pesar de todo (y de algunos). Sin dudas, las postergaciones y la superposición involuntaria con otros eventos -en un calendario que comienza a apretarse en el tramo final del año-, afectaron la participación de clubes y particulares. Sin embargo, la calidad del parque exhibido estuvo a la altura de los antecedentes de la muestra.
Cabe destacar la perseverancia del Rotary Club de Francisco Álvarez y sus colaboradores para llevar adelante esta edición y lograr el doble de propósito de difundir la rica historia de la industria automotriz nacional y al mismo tiempo contribuir solidariamente para satisfacer las necesidades de una castigada población del oeste del conurbano bonaerense.





