A pocas semanas de cumplirse 50 años de la Misión Argentina, el Club Amigos del Torino homenajeó a los pilotos que participaron de la histórica carrera en una cena especial realizada en su sede social.
Pocas veces se tiene la posibilidad de estar a mano a mano con quienes fueron los protagonistas de uno de los hechos históricos más trascendentes del automovilismo argentino. El Club Amigos del Torino lo hizo posible. Especialmente invitados por su comisión directiva, fueron homenajeados los pilotos Jorge Cupeiro, Oscar Mauricio Franco, Oscar “Cacho” Fangio y Néstor García Veiga, destacados protagonistas y testigos de las 84 Horas de Nürburgring de 1969. Además de los pilotos, fue también homenajeado Carlos Lobbosco, el entonces coordinador del equipo de competición de IKA-Renault.
Los homenajeados fueron ubicados en una larga mesa que colmó la capacidad del comedor de la sede social. Socios e invitados del Club Amigos del Torino pudieron deleitarse con las historias y anécdotas de quienes representaron al auto argentino hace 50 años en tierras germanas.
Entre los presentes se destacaron el periodista Eduardo Smok y los historiadores Gustavo Udry y Martín Glas, autores de los libros referentes al modelo “La última hazaña Fangio” y “Torino, un mito argentino”, respectivamente.
Luego de la cena, los pilotos y Carlos Lobbosco se prestaron a una amena charla con Eduardo Smok, quien obró como maestro de ceremonia. El periodista abrió el juego consultando a los pilotos sobre cómo habían sido convocados para sumarse el equipo y cuáles fueron sus sensaciones al conducir al auto argentino por el desafiante circuito alemán y frente a prestigiosas máquinas europeas y japonesas.
A su turno, Lobbosco contó las complejas gestiones realizadas para poder concretar el sueño de Juan Manuel Fangio de participar en Europa con un verdadero equipo argentino tanto de pilotos como de autos. Con lucidez y precisión, el ex ejecutivo de IKA recordó la negativa de la casa matriz de Renault para apoyar el proyecto y cómo debieron realizarse gestiones con empresas privadas y públicas argentinas, además de buscar el apoyo de los grandes medios de comunicación para lograr el objetivo.
Tanto pilotos como el propio Lobbosco coincidieron en que nada hubiese podido concretarse sin la presencia y confianza que despertaba en el mundo del automovilismo Juan Manuel Fangio y sin el enorme talento del por entonces muy joven Oreste Berta.
A medida que avanzaba la charla, las anécdotas iban y venían entre los pilotos, los recuerdos de uno despertaban los recuerdos de otro y así se disparaban infinidad de anécdotas y detalles de la competencia, para deleite de los privilegiados presentes.
Como ocurriera en la propia competencia, le correspondió a Mauricio Franco contar el desenlace de la carrera que lo tuvo como protagonista. “Terminá vos” fueron las palabras que le dijo Lobbosco antes de poner en marcha la cupé nº3 y salir a la pista a consumir las últimas tres horas de gloria. El piloto confesó que recorrió la última vuelta del mítico circuito con lágrimas en sus ojos y embargado con las imágenes de su infancia en Azul, su pueblo natal.
El club entregó presentes y distinciones a los homenajeados, quienes luego se prestaron generosamente a firmar autógrafos y tomarse fotos con los socios del club. Con humildad y visiblemente emocionados y agradecieron el reconocimiento y el cariño que le brindaron los socios del Club Amigos del Torino.
Un merecido homenaje para quienes gestaron y protagonizaron un momento histórico e irrepetible del automovilismo argentino.
Fotos: Club Amigos del Torino
Excelente nota,gracias por hacer de esta reunión algo tan emotivo.
Extraordinario homenaje, recuerdo a carrera minuto x minuto. Epocas de Gloria y Oro, de nuestro automobilismo!!!!