Más de 300 vehículos participaron de la fiesta sudamericana de los Volkswagen refrigerados por aire.
SUDA, ¿será por el calor? Tal vez eso pudo haberse preguntado algún distraído que pasó por el Predio Floral de Belén de Escobar el 11 y 12 de marzo, donde se realizó el 12º encuentro sudamericano de Volkswagen refrigerados por aire.
Lo cierto es que se sudó y mucho. Los casi 40 grados de sensación térmica que promedió ese fin de semana -posiblemente el más caliente del año- resultaron un enorme desafío tanto para expositores como para el público que se acercó a disfrutar de la muestra que por segunda vez se realizó en el espacio donde habitualmente se organiza la Fiesta Nacional de la Flor.
La insufrible temperatura fue un protagonista más de en las dos intensas jornadas y las anécdotas sobre la resistencia de los nobles aircooled (denominación que define a los Volkswagen refrigerados por aire), al factor climático se multiplicaban en cada stand, resistencia que también incluyó, por cierto, a sus fieles conductores. Es que -en estas condiciones- subirse a los míticos VW y recorrer miles de kilómetros sintiendo como el calor del motor invade el habitáculo y sube exponencialmente al juntarse con el del exterior es un acto rayano con el heroísmo.
Organizado por Sudamericano VW Argentina, SUDA VW es un encuentro que reúne a propietarios y fanáticos de los Volkswagen refrigerados por aire de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
En esta 12ª edición el predio de Escobar comenzó a poblarse desde el viernes 10; muchos acamparon en el parque que bordea a los dos pabellones a prepararse para la fiesta que comenzaría desde el sábado a la mañana. Otros expositores se fueron acercando a lo largo de todo el fin de semana. En total, participaron 320 vehículos.
Con certeza, podemos afirmar que el clima festivo, colorido y descontracturado que se genera alrededor de estos míticos vehículos es difícil de recrear o superar con otras marcas y modelos. Quienes optaron por pasar la noche compartieron comidas, tragos y largas sobremesas hasta la madrugada.
Visitamos la muestra el sábado por la tarde. Mientras circulábamos por la Panamericana nos cruzamos con algunos Escarabajos, señal inequívoca de que íbamos por la dirección correcta. Al bajar en la Ruta 25, nos encontramos con un Brasilia con patente de Paraguay con sus ocupantes buscando la hoja de ruta en sus celulares. Le hicimos una seña con la mano para confirmarles que iba bien rumbeado.
Para todos los gustos
Al llegar recorrimos los alrededores de los pabellones, un espacio arbolado y con un lago donde se concentraron especialmente las Transporter, muchas de ellas acondicionadas para pasar la noche. Como en otras ediciones, había literalmente para todos los gustos: furgones, minibús y pick ups en estado original, oxidadas, planchadas y customizadas, abarcando una extensa línea de tiempo que comprendía unidades de los 50 y 80.
Entre tanto utilitario sobresalía la agresiva silueta del Miura Sport, un deportivo fuera de serie brasileño impulsado por un motor de 1.600 cc. ¡Y encima rojo!
En los dos pabellones se ubicaban mayormente los autos y los stands comerciales. Recorrerlos nos hizo sentir que estábamos en una especie de torre de babel de acentos sudamericanos. Las patentes, calcos y banderas indicaban con precisión la procedencia de los autos; algunos agrupados en clubes, otros de manera particular.
La diversidad que vimos afuera se recreaba al interior de los pabellones. Los Escarabajos dominaban ampliamente la escena, matizada con algunos Brasilia, Variant, Golf, Gol, New Beetle y dos atractivos primos hermanos: Puma GT 1600 y Porsche 1600 Super.
Entre las curiosidades, cabe mencionar el Eco Wagen, un Escarabajo 100% eléctrico, un tráiler para motos que recreaba la parte posterior del Escarabajo, y unas pequeñas motocicletas (algunas eléctricas) y cuatriciclos “carrozados” con los guardabarros del más popular de los VW.
Premios y reconocimientos
La organización entregó una serie de premios, menciones y reconocimientos a diferentes expositores.
El “Top 10” está integrado por autos reconocidos por sus historias o trabajos realizados en los mismos. En esta edición, los seleccionados fueron una Kombi doble cabina 1988 que recorrió desde Chile más de 1.400 km y pertenece a Marcos Vázquez; el “Fusca” 1980 de Leonardo Timoner con motor 1300 cc junto a una Vespa T5 de 1991 y una bicicleta Aurorita 1974, ambas en un tráiler y restauradas a nuevo.
Abigail Poleselo, de Uruguay, se llevó un premio con su “Fusca” 1964, al igual que Juan Southwell, de la localidad de Ranchos, Buenos Aires, con su “Fusca” 1982 con motor 1600 cc y doble carburador. Además, tiene una caja 8,35 y techo raptor. La comitiva de Brasil se adjudicó un premio con la Kombi T1 perteneciente a Atos Parra. Le siguió Mateo Harispie con una Variant alemana turbo de 1970 con motor 1600 cc. La réplica del Escarabajo panel, de Chile, perteneciente a Sergio Oliva, también recibió un reconocimiento.
La completa originalidad de la Kombi Microbus de 1983, de Leonardo Romano, también fue reconocida por los organizadores. Este vehículo cuenta con todos los accesorios, tapizados y partes de carrocería originales de fábrica y en perfecto estado de conservación. Finalmente, el Miura Sport de Valentino Farinati, con motor 1600 cc del año 1981, y el Escarabajo 1958, de Pablo Tortorelli, recibieron reconocimientos por parte del jurado.
Por su parte, los premios entregados fueron los siguientes:
- Mejor Tatoo: se entrega por votación del público al que tenga los mejores tatuajes referidos a los aircooled de la marca.
- Viajeros Internacionales: reconoce a los visitantes de los países vecinos.
- Master Chef: Fernando Lugo (que cocina siempre en cada evento SUDA).
- Showman: Alejandro Carballo, que siempre se encarga de la dirección con el micrófono.
- Premio Old Rider: reconoce a la persona más grande que vino manejando.
- Young Rider: reconoce a la persona más joven que vino manejando.
- Manija Suda: se entrega al grupo más cebado con el evento.
- Planchado: al vehículo más bajo del evento.
Además de los premios y reconocimientos, los organizadores distinguieron con menciones especiales a grupos y amigos que siempre los acompañan. Hubo una mención especial por el día internacional de la Kombi y otras dos para el vehículo que vino de más cerca y el que vino de más lejos.
Cabe destacar que cada participante recibió un número de expositor al ingresar al predio que le permitió participar de sorteos. Así, todos se llevaron algún recuerdo del encuentro.
Finalizamos la recorrida con una parada reparadora en uno de los tantos simpáticos food trucks de excluyente temática Volkswagen, amenizado con la música en vivo de una banda de rock and roll. Todo listo para el regreso a casa, sudado pero feliz.